Tal vez para algunas personas o empresas una tarjeta de presentación carezca de importancia. No obstante, en el ámbito de los negocios, ésta juega un papel fundamental. Puede ser, sencillamente, la razón por la que te vuelvan a llamar o no. 

Recordemos que todo mensaje que sea enviado a nombre nuestro o de la empresa para la que laboramos, forma parte de nuestra imagen profesional. Esta dice más de lo que nos podemos imaginar. Habla del posicionamiento de nuestra empresa, de qué tan seria y profesional es, de los valores y filosofía de la misma. Es por ello que nuestra tarjeta de presentación tiene que proyectar, por encima de todo, congruencia y credibilidad. 

Existen dos tipos de tarjetas de presentación, las personales y las profesionales. Las personales se usan para anexarlas al dar un regalo o una invitación. Las profesionales tienen un uso exclusivamente para el ámbito laboral. 

Si, por ejemplo, trabajo de forma independiente y no tengo una imagen corporativa, valdría la pena acercarme a un diseñador para que me elaborara algo sencillo pero profesional. Vale la pena. De inmediato podremos observar la reacción de la persona a la que le entreguemos nuestra tarjeta. Nos percibirá profesionales y serios y de esta forma será su trato. Todo lo contrario será si le damos a un prospecto o cliente una tarjeta con una tipografía demasiado casual, con colores poco serios, un mal diseño o un logotipo que no sea el adecuado. Para eso están los especialistas. 

A continuación cito algunas recomendaciones al respecto. Observen bien queridos lectores sus tarjetas y verifiquen lo siguiente:

EVITE

• Tachar o rayar una tarjeta
• Un Formato demasiado grande
• Usar Señor o Señora cuando no se tiene un título 
• Saturar de texto o de logotipos el contenido
• Usar colores que no estén en la imagen corporativa de la empresa
• Entregarlas para “ligar” o “conquistar” a alguien, esto implicaría la imagen de la empresa

PREFIERA

• Un Diseño Sencillo
• Usar un Tamaño Estándar
• Tener los Datos de la Tarjeta Siempre Actualizados 
• Excelente Calidad y Presentación
• Llevarla siempre consigo 
• Portar varias Tarjetas para entregar a las personas correspondientes
• Darla selectivamente
• Entregarla en un ambiente profesional 
• Llevarlas en un Tarjetero para que no se dañen

Los datos que una tarjeta de presentación debe contener son: Nombre, puesto, dirección, teléfono, fax, correo electrónico, página web. Acompañados de algunos elementos de la imagen de la empresa como la misma tipografía, los colores corporativos, un diseño acorde y el logotipo. 

Asimismo, cabe mencionar que la tarjeta de presentación se entrega después de nuestra presentación y al principio de una reunión. 

Nuestra tarjeta de presentación es una extensión de la imagen de nuestra empresa y una proyección de lo que somos. Es una forma más de mostrarnos hacia otras personas. Si lo que buscamos es dar una imagen profesional, no basta con portar la vestimenta ideal, hablar bien o tener un gran curriculum. Ese pedazo de cartón es un complemento sumamente importante para generar una proyección de confianza y seriedad. 

Cuidemos lo que nuestra tarjeta de presentación proyecta y de esta manera causaremos una imagen congruente y profesional.