Workaholics: No Tengo Tiempo

 “No tengo tiempo” es la frase que en repetidas ocasiones escucho durante las asesorías en imagen a lo largo del tiempo que llevo en la consultoría en imagen tanto pública como profesional. Con esto constato que, el fenómeno en el que pareciera que el tiempo domina al hombre y no al revés, es cada vez más común. 

Tiempo, ese valioso término que básicamente es sinónimo de vida. Es un recurso que no se almacena ni se reemplaza. No se sustituye ni se puede dejar de consumir. Y que, al final del día, genera un estado de tensión o de felicidad en cada uno de nosotros. 

De acuerdo a una investigación del FWI (Families and Work Institute) se detecta que el 61% de los entrevistados, anteponen el trabajo antes que su vida personal y familiar. Un 7% pone a la familia antes que el trabajo, y un 32% restante indicó que le daba la misma prioridad al trabajo que a su vida personal y familiar. 

Ahora, ¿a qué grupo perteneces? Porque de acuerdo a mis observaciones, la gran mayoría de mis clientes, anteponen el trabajo u otras prioridades antes que a su persona. 

Y me pregunto entonces, ¿cómo vamos a mejorar la imagen? ¿cómo se pueden fomentar hábitos positivos, si toda gira en torno al trabajo? ¿de dónde sacaremos el espacio para mejorar nuestra alimentación, guardarropa, piel, condición física, salud, bienestar y felicidad? 

El secreto de proyectar una buena imagen está en generar un estilo de vida equilibrado. Esto es lo que, en realidad, nos lleva al éxito. Me parece que el “no tengo tiempo” más que una justificación pareciera una decisión de vida en la que no nos queremos dar cuenta de que todo sigue, es dinámico y se mueve. Y con éste, el paso del tiempo.

Por lo tanto, reflexionemos cómo organizamos nuestro tiempo, cuáles son nuestras prioridades y qué estamos realmente dispuestos a hacer para ver cambios. Para cuidar el templo más sagrado que existe, nuestra persona, nuestro cuerpo, nuestra imagen. 

“La escasez del tiempo es el argumento más utilizado en el siglo XXI para no hacer, no aprender, no viajar, no conocer, no dialogar, no participar, etc.” Cuidado, seamos congruentes. Todo esto es factible con decisión, organización, disciplina y mucha consistencia.  

La regla número uno para lograrlo es establecer claramente nuestras prioridades. No olvidemos el verdadero propósito de la vida. Define claramente qué es importante para ti. Elabora tu plan de vida, visualiza qué y cómo quieres lograr tus metas. ¿Eres dueño de tu tiempo, o el tiempo es dueño de tu vida? 

Escríbeme tus inquietudes y comentarios a: contacto@agencia-alterego.com o vía WhatsApp al 221 206 37 01

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