Uno de los miedos más fuertes que existen es el de hablar en público. Esto implica hablar ante auditorios, aunque también a tomar la palabra ante un grupo pequeño de personas. Sin embargo, en el ámbito profesional está comprobado que las personas que aprenden a dominar este arte lograrán tener mayor impacto.
Según un estudio del Dr. Albert Mehrabian, decimos más con la comunicación no verbal que con la comunicación verbal. Esto significa que cuando nos comunicamos con otras personas, van a percibir el 93% derivado de la forma y el 7% del contenido. Hablar en público lo hacemos todos los días. Situaciones como reuniones de negocios, juntas con colaboradores, pláticas con superiores, presentaciones con prospectos y negociaciones con clientes, son las diversas maneras en las que todo el tiempo estamos hablando ante grupos de personas.
Los beneficios en cuanto a dominar este arte son enormes. Principalmente, proyectaremos una imagen de confianza y credibilidad. Asimismo, tendremos la capacidad de influir sobre otras personas con mayor facilidad.
Todo es cuestión de perderle el miedo. Hablar en público requiere actitud, preparación y, por sobre todo, práctica. Aprovecha cada momento que tengas para incorporar las claves que a continuación te recomiendo seguir para hablar con mayor fuerza.
- Gesticulación al Hablar
Si lo que buscas es motivar a tu equipo de trabajo, cada poro de tu cuerpo tiene que transmitir esto. Esta es la manera de generar congruencia en nuestros oyentes. Te sugiero practicar frente a un espejo. Di que estás feliz, y hazlo a través de tus expresiones faciales. Baja el volumen de tu voz, y trata de que tu rostro diga que estás feliz.
- Postura Corporal
Mantener una postura erguida generará en nuestra audiencia una imagen de seguridad al frente. Si estamos sentados, lo idea será no encorvarnos porque esto comunicará debilidad. Te sugiero por ello, sentarte con la espalda erguida y ligeramente hacia delante para transmitir interés en todo momento.
- El Poder de las Manos
Los ademanes son fundamentales al hablar. Te sugiero aprovechar esta forma de comunicación no verbal y mover las manos de acuerdo a lo que vas diciendo. A la altura del talle será lo ideal. Ni más arriba ni más abajo. Si estás sentado, trata de hacerlo usando las manos sobre la mesa. Si las bajas mientras hablas y las colocas sobre tus piernas, perderás la oportunidad de comunicarte con efectividad.
- Tonalidad de la Voz
La “calidad” de la voz del orador es esencial porque a través de ésta los oyentes evalúan su personalidad. En este sentido, no importa si tu voz es grave o aguda. De lo que se trata es de usar un tono de voz que proyecte energía y llame la atención de la audiencia. No importa si tu voz te parece bonita o fea. Un tono de voz que sea firme y seguro atraerá hasta la persona más distraída.
- Mantén el Contacto Visual
En la comunicación no verbal, el contacto visual registra las impresiones visuales de nuestros oyentes. Por ejemplo, su apariencia externa y física, como ademanes y gestos. De igual manera sus reacciones y manifestaciones emocionales. No obstante, también la audiencia percibe esto de nosotros. Y para asegurarnos de esto es necesario mantener un contacto visual.
Incorporar estas claves en tu vida diaria resultará muy atractivo cuando veas los resultados. Te dará mayor seguridad al hablar y lograrás transmitir tu mensaje con toda efectividad. Si lograr hacer de esto un hábito, cada vez perfeccionarás más este arte.
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